ACUARIO

Ayer me lié la manta a la cabeza y compre un caprichito general, un Acuario, asumiendo un riesgo, posiblemente innecesario, ya que no le dije nada a la Sra. Grondyta.
Cuando llegue a casa, algarabía general, parece que la compra ha gustado mucho.
Tras prepararlo, no sin esfuerzo, ya que las casas deberían tener en todas las paredes una media de 6 enchufes, y sin esperar el tiempo de rigor antes de añadir pececillos, se metieron en el mismo, una roca, un tronquito, tres sacos de arena, ochenta litros de agua, un calentador, un oxigenador, un termómetro, veinte neones, dos botias, tres guppys machos, cuatro guppys hembras, dos colisas azul, dos caracoles y dos peces escama.




Hasta ahora, y pensando que las bajas podrían ser importantes estos primeros días, no ha habido ninguna, eso si, una desaparición.....una de las botias ha debido encontrar un agujero negro, ya que no se sabe nada de ella, no hemos encontrado rastro alguno (pudiera ser obra de los caracoles que hayan limpiado sus restos), posiblemente haya decidido tomar otro camino, quien sabe.

Lo que mas me ha sorprendido del acuario, es su capacidad de atracción, es, como cuando ves por primera vez funcionando una lavadora, te pasas horas viendo como gira, sin poder hacer nada por evitarlo, este caso es igual, te pasas horas observando....¡mira este ha comido!, ¡mira se están persiguiendo!, ¡mira como sube!, ¡mira como baja!....¡pues claro que te das cuenta de lo estupido que puede llegar a ser!, pero te da igual, porque vuelves a mirarlo, a comentarlo, a mirarlo, a comentarlo, una y otra vez. Imagino que esta absorción, será algo temporal, que acabara por no hacérsele mucho caso, pero mientras tanto, esos minutos, son de relax total, no se ve la tele, no hay problemas, no hay disgustos, solo hay peces.