100 kms/24 horas (Parte Dos)

Bueno, pues ya esta, ya tenemos patrocinador, en breve sabréis quien es. Nos pagan la inscripción a la marcha y unas camisetitas muy chulas con su logo, que imagino que no se vera en exceso, nótese la ironía.

Estos días de entrenamiento han sido duros la verdad. Si a la jornada laboral, le añadimos las caminatas se complica la cosa. Menos mal que la Sra. Grondyta me ha excusado (sin ella saberlo) de las tareas domesticas y esta siendo comprensiva al respecto de mis salidas “marchosas” y mi incompetente colaboración en el hogar.

El domingo 25 de mayo, nos hicimos uno de los tramos veintiún kilómetros nos hicimos, sin rechistar, ala para el cuerpo, casi sin querer, buena compañía de Nachete, y buen calzado. Arrancamos de Tres Cantos dirección Colmenar Viejo y pronto encontramos nuestro regalito al desafío de la lluvia, el Arroyo de la Vega, estaba totalmente desbordado, los pasos que tiene no existían. El primero pudimos sortearlo subiendo un poquito mas donde hay una presilla que nos hizo de puente elevado. A partir de ahí nada que hacer, hay que pasar otras cinco veces el Arroyo, y no había pasos “secretos” que nos ayudasen a no mojarnos. El agua nos llegaba a las rodillas, menos mal que el paso es estrecho, apenas tres metros. Llegamos a Colmenar sobre las ocho y media, y a pesar de que pensábamos finalizar el trayecto allí, nos animamos a continuar con la vuelta hasta Tres Cantos. Alguna magulladura y no mucho cansancio al final del camino, pero la cervecita fría que nos esperaba en casa nos repuso rápidamente.

El martes, un pequeño calentamiento, Juan fue esta vez la victima, o lo fui yo, la verdad, no lo sé. Fue mas corto el recorrido unos doce o quince kilómetros, no supimos calcular bien. El cansancio del día anterior hizo un poco de mella en los gemelos la verdad. Pero lo que realmente me preocupaba de cara al día “M” eran las ampollas, que hasta la fecha, parece que aguantan bien y se resisten a salir.

Ya no queda nada, apenas dos semanas y una primera meta en el objetivo, llegar a los cincuenta y tres kilómetros, a partir de ahí, lo que el cuerpo aguante, esos cincuenta y tres kilómetros marcaran un punto de inflexión, no solo por lo que resta, si no porque la noche es dura.

Veremos, intentarlo, lo vamos a intentar.

6 comentarios:

Lesmoñjut dijo...

Yo solo de pensar el recorrido ya estoy cansado, y es que no hago nada de deporte, a ver si se hacen los crios grandes y tengo más tiempo, luego seguro que estaré más hecho polvo que ahora, saludos

Isabel Barceló Chico dijo...

Ánimo grondy, seguro que lo consigues. Tiene que ser muy emocionante ese recorrido. Yo lo trataría de hacer si estuviera un poco más cerca. Besitos.

Anónimo dijo...

Tienes un premio en nuestro blog, pasate a recogerlo cuando quieras.

Anónimo dijo...

Y seguimos!!!!!, tienes otro peazo de premio en nuestro blog, pasate cuando puedas a recogerlo.
Un saludo.

ramirowai dijo...

hola,hola...caminante no hay camino,se hace,poquino a poquino...no olvideis llevar chancletas de emergency para arroyos y descansos,los pinreles os lo agradeceran.Cuando acabemos la carrera vamos todos a recoger el premio de danibai...ABRZS.

Anónimo dijo...

imposible tomar cafe con grondita...probaremos con la sidra asturiana en el gran festejo local.AUPA!!