DE MI, PARA TI

Historia de un amor, el mas fuerte amor que pueda unir al ser humano.




Se llamaba Juan Antonio,
Era muy guapo, mucho, mis amigas andaban locas con él.
No le gustaba bailar mucho, conmigo si, bailaba en casa y me cogía en brazos, era grande y me protegía de todo cuando me abrazaba.
Incluso siendo yo mayor él seguía abrazándome cuando yo lo necesitaba.
Le gustaba escribir, escribió un diario que ahora, después de su muerte, he leído. Decía cosas preciosas, como quería a todos sus hijos y sus nietos también. Como él sabía que se estaba muriendo sin que nadie le dijera nada.
Era, muy amable, muy buena persona, sé de gente que me ha dicho que no han conocido a nadie como él y sobre todo era. muy justo, tenía un gran sentido de la justicia.
Transmitía mucha paz!
Por las mañanas venía a mi habitación a despertarme y me cantaba canciones pesadas porque me traía el desayuno. los bollos que tanto nos gustaban a todos. De ahí mi costumbre de ir los fines de semana a comprar bollos por la mañana para mi niña.
Era muy cariñoso y todo el mundo le quería mucho. Un orgullo de padre.
No hay un solo día que no me acuerde de él. Le gustaba la sierra y la montaña y los fines de semana nos íbamos con él andando mis dos hermanos y yo por la montaña. mientras comíamos gusanitos. Era genial!
Le gustaba verme siempre guapa!
Cuando estaba en el hospital y fui a verle, pasaron todos mis hermanos pero mi padre quiso volver a verme y me llamó. Me dijo que no quería verme así tan triste, que tenía que ponerme guapa. Así que al siguiente día, me puse un vestido rojo precioso y me arreglé y me puse una colonia que a él le encantaba. Tendrías que haber visto su cara cuando me vió
Él estaba lleno de cables por todos lados pero, quiso que me acercara para besarme y abrazarme y me dijo; - Esa es mi niña! tan guapa!
Desde aquel día, procuro siempre ir arreglada. aunque a veces, pues no estoy muy bien pero. lo intento.
Un minuto antes de morirse me dijo que me quería mucho y que siempre estaría en su corazón.
Cuando por fin dejó de respirar, todos salieron de la habitación y yo me acosté con él. Empecé a acariciarle toda su carita tan bonita! le cerré los ojos y me abracé a él hasta que alguien me separó y me dijo que tenía que salir de allí.Es ahí cuando terminó mi relación con mi padre.

"De ti, para el"

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Por eso hay que valorar en la vida cada minuto y cada segundo, porque eso que te pasó a ti con tu padre, le pasara a tus hijos contigo y a tus hijos con los suyos… porque es ley de vida que un hijo vea morir a un padre, porque no sabes lo que te entiendo y lo que siento cuando mi hija cuida de mis heridas y me mira como a un Dios… su Dios…. Y pienso que esto algún día terminará…